Esos tres colores aparecen en conjunto en diferentes culturas y representaciones simbólicas de todo el mundo.
Seguramente fueron los primeros colores primarios con los que las personas dibujamos e imaginamos realidades más allá de lo que veíamos con nuestros ojos: el blanco de las piedras de carbonato de cal o de las conchas, el rojo de la tierra rica en hematita y el negro del carbón.
Tres colores claramente diferenciados que, en mi opinión, nos acercan a la realidad del mundo. Por un lado los dos colores opuestos, el blanco y el negro y sus ya sabidas interpretaciones como luz y oscuridad, femenino y masculino, yin y yang... Y el rojo, por otro lado, como la unidad de los contrarios o la no-dualidad. El rojo es el ingrediente aglutinador e intermedio entre los extremos, que nos quita el velo de lo que a priori conceptualizamos como negativo-positivo o virtud-defecto. El rojo en estas líneas significa la conciencia que supera la percepción primera de este código al que llamamos vida, y es capaz de ver la totalidad fenoménica.
Hace algunos años configuré una obra artística que titulé Amarillo, Rojo, Negro. En aquel trabajo exploraba la teoría de los Gunas, de la cultura Samkhya (India). Los Gunas son descritos como los tres humores que forman el universo material o Prakriti: Sattvas, Rajas y Tamas. El Universo fue creado en el momento en que estos gunas se desequilibraron. Cada guna tiene unas características concretas:
Sattvas (Blanco o Amarillo): pureza y conocimiento
Rajas (Rojo): movimiento y agitación
Tamas (Negro): pesadez e inercia
Los Gunas se usan en la filosofía del Yoga y en el Ayurveda (medicina ancestral de la India) para estudiar y analizar a las personas, según la proporción de estos elementos o colores en su constitución cambiante.
Clarissa Pinkola Estés, en su obra maestra 'Mujeres que corren con los lobos', nos explica el significado de estos tres colores dentro del relato de Vasalisa. En un momento de la historia, Vasalisa la protagonista, es enviada por sus malvadas hermanastras a por leña a la cabaña de la peligrosa bruja Babá Yagá. Por el camino aparecen el jinete blanco, el jinete rojo y el jinete negro. Transcribo las palabras de la autora a continuación:
Estos colores simbolizaban antiguamente el nacimiento, la vida y la muerte, también los antiguos conceptos del descenso, la muerte y la resurrección; el negro simboliza la disolución de los propios valores antiguos, el rojo representa el sacrificio de las ilusiones que antaño se consideraban valiosas y el blanco es la nueva luz, la nueva sabiduría que procede del hecho de haber conocido a los dos primeros.
Las antiguas palabras utilizadas en la época medieval son nigredo, negrura; rubedo, rojez; y albedo, blancura, y describen una alquimia que sigue el ciclo de la Mujer Salvaje (...). Sin los símbolos del alba, el ascenso de la luz y la misteriosa oscuridad (...).
Los colores del cuento son extremadamente valiosos pues cada uno de ellos posee su naturaleza mortal y su naturaleza vital. El negro es el color del barro, de lo fértil, de la sustancia esencial en la que se siembran las ideas. Pero el negro es también el color de la muerte, del oscurecimiento de la luz. (...)
El rojo es el color del sacrificio, de la cólera, del asesinato, del ser atormentado y asesinado. Pero también es el color de la vida vibrante, de la emoción dinámica, de la excitación, del eros y del deseo. Es un color que se considera una poderosa medicina contra las dolencias psíquicas, un color que despierta el apetito. (...) El rojo es también la promesa de que está a punto de producirse un crecimiento o un nacimiento.
El blanco es el color de lo nuevo, lo puro, lo prístino. Es también el color del alma liberada del cuerpo, del espíritu liberado del estorbo de lo físico. Es el color del alimento esencial, la leche de la madre. Por contra, es también el color de la muerte, de las cosas que han perdido su aspecto más favorable, su torrente de vitalidad. Donde hay blancura, todo es de momento una tabula rasa en la que no se ha escrito nada. El blanco es la promesa de que habrá alimento suficiente para que las cosas empiecen de nuevo, de que el vacío se llenará.
Las referencias de esta autora, nos llevan directos a la alquimia, y al texto Opus Magnum, donde se usan estos colores para describir la transformación del alma, desde sus niveles de evolución más oscuros hasta los más luminosos.
Esperamos que te haya gustado, seguiremos explorando este grupo de colores en diferentes culturas. Gracias por leer hasta aquí.
Saludos de colores.
Sil
FUENTES
PINKOLA ESTÉS, CLARISSA. Mujeres que corren con los lobos.
Comments